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SmartBone®, SmartBone® ORTHO, SmartBone® On Demand™ y SwissBone® se producen combinando estructuras óseas minerales naturales con polímeros biorreabsorbibles y fragmentos de colágeno. Este nuevo concepto de biomaterial compuesto permite que las células del paciente crezcan de forma rápida y eficaz en el sustituto óseo mientras que los biopolímeros se degradan, lo que proporciona una integración y una osteogénesis perfectas. Además, gracias a esta tecnología, nuestro injerto imita el hueso humano, es mecánicamente fuerte y resistente al moldeamiento, los tornillos y las maniobras de fijación quirúrgica.
SmartBone®, SmartBone® ORTHO, SmartBone® On Demand™ y SwissBone® son exactamente los mismos productos, solo que con diferentes nombres de marca o indicaciones de uso.
Permiten:
Ayudan a:
La microestructura de la matriz compuesta de SmartBone®, SmartBone® ORTHO, SmartBone® On Demand™ y SwissBone® se asemeja enormemente a la del hueso humano en cuanto a la porosidad abierta, interconectada y de tamaño medio. De hecho, imita las características de un hueso humano sano: alta biocompatibilidad, porosidad abierta adecuada, elevado rendimiento mecánico, hidrofilia.
SmartBone®, SmartBone® ORTHO, SmartBone® On Demand™ y SwissBone® se han diseñado para reducir la variabilidad interna que tienen otros muchos sustitutos óseos, debido a su origen natural. IBI ofrece sustitutos óseos homogéneos con microestructura, porosidad, densidad y propiedades mecánicas uniformes.
Gracias a su microcomposición, SmartBone®, SmartBone® ORTHO, SmartBone® On Demand™ y SwissBone® alcanzan rápidamente un cociente medio de absorción de sangre del 38 % p/p, activando así la cascada de señales químicas que finalmente provocan una fuerte osteointegración.
La microestructura y la composición de SmartBone®, SmartBone® ORTHO, SmartBone® On Demand™ y SwissBone® favorecen la colonización celular.
El análisis mediante microscopía electrónica de las pruebas de colonización celular in vitro ha puesto de manifiesto la presencia de formaciones celulares amplias y bien estructuradas dentro de SmartBone®, SmartBone® ORTHO, SmartBone® On Demand™ y SwissBone®, lo que confirma los datos bioquímicos recogidos durante las pruebas in vitro según la norma ISO. Las investigaciones biológicas e histológicas han mostrado cómo nuestros sustitutos óseos son unos buenos sustratos de apoyo para la adhesión y el crecimiento celular; células madre mesenquimales obtenidas a partir de tejido adiposo humano han mostrado capacidad in vitro para colonizar adecuadamente el armazón y, una vez inducidas, diferenciarse.
Se realizaron estudios para evaluar la osteointegración en un periodo de observación de 4 meses. El análisis histológico confirmó la integración de SmartBone®, SmartBone® ORTHO, SmartBone® On Demand™ y SwissBone®, con formación ósea natural, incluidos las células y los vasos que colonizan los poros que hay dentro a lo largo del tiempo.
Las investigaciones clínicas han confirmado el mecanismo de acción de SmartBone®, SmartBone® ORTHO, SmartBone® en Demand™ y SwissBone®: absorbe muy fácilmente grandes cantidades de sangre, iniciando así la microcoagulación dentro del propio injerto y mejorando así enormemente la integración del mismo (hasta el punto de que la microcoagulación local desencadena una cascada química que es esencial para el crecimiento de las células nativas del paciente en el injerto). Las primeras semanas son entonces necesarias para la colonización celular del injerto, que también se ve potenciada y favorecida por la presencia de gelatina (ofreciendo el extremo RGD como terminales específicos del emplazamiento para la adhesión, a través de que se vinculan con las integrinas de las células). En este contexto se crea un entorno vital para que las células se extiendan; al mismo tiempo este retraso temporal también es necesario para la degradación de la delgada película polimérica, que se desvanece progresivamente dejando la estructura mineral a las células de modo que se consoliden y se forme el nuevo hueso vivo (también mediante la formación de nuevos vasos sanguíneos). Los meses siguientes son necesarios para la integración del injerto con el hueso nativo del paciente, debido también a la vascularización y a la formación de nuevo hueso dentro del injerto a través de la remodelación completa.
Se puede dar forma a un bloque (10 x 10 x 10 mm), y a continuación taladrarlo con dos orificios a una distancia muy pequeña. Como resultado, no se forma polvo y el bloque no se rompe en fragmentos.
Durante una cirugía de reconstrucción del hueso, se puede dar forma fácilmente a un bloque y se puede taladrar directamente en su lugar. La ausencia de formación de polvo ayuda a taladrar in situ y los tornillos permanecen firmemente en su lugar. Además, la hidrofilia es muy elevada y esto permite que la sangre se coagule en el injerto y, a partir de ahí, se ponga en marcha el proceso de remodelado.
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